Para hablar de exterogestación debemos devolvernos muchísimo millones de años en nuestra evolución, cuando el desplazamiento pasó de ser en 4 patas a 2, iniciando con la marcha como la conocemos en la actualidad. Ese paso en la evolución cambió anatómicamente la pelvis, estrechándola para lograr el equilibrio requerido para caminar en 2 patas. Al estrecharse la pelvis, el feto fruto de 18 meses de gestación (duración de la gestación en ese entonces) no cabía por la nueva pelvis, así que se sacrificaron 9 meses de gestación para la conservación de la especie, teniendo entonces bebés más inmaduros, con total dependencia de sus padres para sobrevivir.
Volviendo al término, exterogestación, significa gestación por fuera, fuera del útero, indicando que la gestación y maduración de ese bebé continuarán, por los 9 meses “faltantes” fuera de su madre, pero con las condiciones más parecidas posibles a las que tienen los bebés dentro del útero.
Las condiciones de la exterogestación son:
- Calor
- Movimiento
- Contención
- Alimento frecuente
¿Como es posible lograr estas condiciones de exterogestación en la cotidianidad?
Por medio del porteo, el sistema de transporte de bebés y niños donde tienen constante contacto físico con su cuidador, logrando entonces: regular su temperatura, estar en movimiento, contenidos y con alimento a su alcance. Y por medio del colecho, entendiéndose como la práctica de compartir la misma habitación de los padres, incluso con camas pegadas donde se logren también estas condiciones: calor, contención, y facilidad para la lactancia materna.
Conociendo el término de exterogestación y su origen, empezamos a entender el por qué de las necesidades del recién nacido, de la necesidad real de contacto físico, y así podemos transitar más cómodamente por esta linda pero retadora etapa.
¿Cómo ha sido su experiencia con su recién nacido? o si están en gestación, ¿qué duda les surgen? los leemos.