Esta es una pregunta que frecuentemente nos hacen las familias durante el acompañamiento en su gestación, ¿cuándo visitar a un recién nacido?, dado que el nacimiento de un bebé es motivo de reunión y celebración familiar, sin embargo hay varios puntos que debemos tener presentes.
El recién nacido:
Tiene un sistema inmune inmaduro, y aún le quedan 2 meses para recibir sus primeras vacunas, así que se considera vulnerable a todo tipo de infecciones. Es allí donde tiene importancia la vacunación para los padres, y familiares que van a estar cerca del bebé estos primeros 2 meses, las vacunas recomendadas son contra tosferina (confiere inmunidad por 10 años) e influenza (debe ser aplicada anualmente), y estas requieren de 15 días posterior a la aplicación para ser efectivas. Hay que recordar que existen muchos otros virus para los cuales aún no contamos con vacuna, algunos incluso altamente peligrosos en menores de 1 año, como lo es el virus sincitial respiratorio.
El recién nacido está iniciando su adaptación a este nuevo ambiente, y siguiendo con los principios de la exterogestación, requiere de un entorno silencioso, tranquilo, y cercanía a sus padres, factores que podrían verse afectados con las visitas.
Si la familia accede a las visitas, estos deben evitar visitar a un recién nacido si se está enfermo, hacer uso del tapabocas y del frecuente lavado de manos, mantener un tono de voz bajo y una estadía corta.
La madre:
Independientemente de la vía, el parto requiere un tiempo de recuperación para la madre, desde el punto de vista físico la involución uterina, el sangrado postparto, la lactancia materna, traen una serie de cambios corporales que podrían generar molestias en la mujer y requerir de algunos cuidados particulares. Emocionalmente la madre podrá tener altibajos, explicados por las hormonas, la nueva realidad, la falta de sueño…así que posiblemente no tenga la mejor disposición para atender visitantes, y eso es completamente esperable.
La nueva familia:
La llegada de un recién nacido a casa implica cambios en la dinámica familiar, aumentando las tareas del hogar y desajustando los acostumbrados horarios, es así como la privacidad será importante para la comodidad de esta familia los primeros días postparto, por supuesto, contando con la ayuda extra que cada familia considere (familiares, amigos, y/o empleada doméstica).
Es así como las visitas al recién nacido, más allá de ese círculo cercano que cada familia elija como su compañía y ayuda para afrontar esta etapa los primeros 2 meses, no son una buena idea, sin embargo, existen otras formas de acompañar a esta nueva familia aunque no sea físicamente, podrían enviarles congelados para facilitar su alimentación las siguientes semanas, o sorprenderlos un día enviando su comida preferida lista para consumir, un postre para endulzar una tarde, o qué tal un bono de unos de sus restaurantes favoritos para que pidan lo que deseen, ponerse a su disposición para lo que necesiten, por ejemplo realizar unas compras o pedirles las citas médicas, no hay que visitar al recién nacido para hacerles saber que estás cerca y celebras la llegada de este nuevo bebé.